Sobre los procesos de nuestro trabajo artesano

 

Publicamos hoy ésta entrada tratando de acercaros las fases que llevamos a cabo hasta llegar a las piezas finales. Hemos tomado de ejemplo un simple marcapáginas, una de las piezas más sencillas que hacemos donde no están presentes apenas procesos (patrones en cartulina, agujereado, ensamblado, cosido, etc...) para que veáis el trabajo que hay detrás de lo más simple.

 

El trabajo comienza con el diseño sobre el papel de los patrones que luego adornarán el cuero. En ésta fase de ensayo y error se prueban diferentes ideas, no todas llegan a buen puerto y no son pocas las que quedan descartadas hasta que llegamos a algo que nos convence estéticamente.

Una vez definido el modelo se traza una copia en papel cebolla que nos sirve para pasar del papel al cuero. Cabe decir que ésta copia en papel transparente sólo nos valdrá para pasarla un máximo de 3 veces sobre el cuero puesto que más allá de ése límite y debido a la presión el modelo se desgasta y se fisura por las líneas.

Tras humedecer el cuero calcamos la imagen sobre la piel valiéndonos de un pequeño buril, tras lo cuál pasamos a recortar el contorno de la pieza. Seguidamente valiéndonos de la cuchilla que véis en la foto repasamos todos los contornos cortando unos milímetros la piel.

Ahora toca darle profundidad. Para ello se van hundiendo los cantos con la herramienta de la primera foto. Seguimos cuidadosamente todas las líneas cortadas en el anterior proceso dando golpes pequeños y regulares con el martillo hasta obtener el resultado deseado. Después pasamos a rellenar el fondo con la minúscula herramienta que véis en la segunda foto. Primero se rebaja una línea por los cotornos para crear un área de seguridad donde seguir rellenando golpe a golpe. En motivos más complejos que éste se utilizan aún otras herramientas específicas para conseguir otros efectos de sombras y relieves.

Durante todos éstos procesos hay que seguir humedeciendo constantemente la piel para que quede tierna y maleable y pueda ser trabajada sin feos desgarros.

Tras dejarla secar todo un día sólo resta aplicarle el tinte que la envejece y hace resaltar el efecto de bajorrelieve.

Hasta aquí el repaso del proceso de éste simple marcapáginas. Obviamente no contamos aquí todos los procesos que nuestro curtidor artesano de confianza lleva a cabo previamente para obtener el cuero a partir de la piel de los animales.

Como podéis ver todo lo artesanal es  laborioso y de ahí el valor añadido de las piezas. Tenemos que ajustar al máximo para poder sacar precios justos tanto para el que compra como para lxs que lo hacemos. 

Sin embargo en muchos casos la realidad de un mercado globalizado nos impide competir con productos de reventa fabricados en serie desde china o desde el oriente próximo en condiciones de moderna esclavitud. Por ello para nosotrxs es de vital importancia la mentalidad de quien se interesa por nuestros productos. Y es que hay que recordarlo, en un mundo donde las leyes del capital son las que rigen cuando ves algo que te parece que está tirado de precio puedes tener por seguro que lo que hay detrás de ese objeto no es otra cosa que la explotación. Bien de las personas que lo llevan a cabo o bien de los recursos naturales empleados en la labor, la mayoría de las veces ambas cosas. En la mayoría de los casos, lo que nosotrxs compramos barato le sale caro al planeta y también a los que se ven obligadxs a hacerlo en penosas condiciones y a miles de kilómetros de nostroxs..

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